Por María Murillo
Te has preguntado alguna vez ¿Qué te separa de eso a lo que llamas plenitud? ¿Qué te separa de la felicidad? ¿Qué es lo que te mantiene alejado de la manifestación de tus sueños? ¿Qué es lo que hace que te sientas desesperado, frustrado o atorado? Muchos son los factores que hoy en día te mantienen distraído de ti mismo, ocupado en cosas externas que parecen ofrecerte esos estados de satisfacción duradera tan anhelada que en realidad se convierten en momentos de gratificación inmediata que como llega se va… Es esa voz interna, que dirige tus pensamientos y emociones la que comanda el cómo tu día, tus semanas, tu mes y los años de tu vida se vayan creando y viviendo, si no te vuelves consciente de tu verdadera capacidad de reconocer quién eres en realidad. Es el “ego” quien interpreta tus experiencias cotidianas y logra a través de juicios, en tantas ocasiones negativos, llenarte de creencias limitantes acerca de ti mismo y del mundo. “No es posible a mi edad”, “soy un estúpido”, “cómo pude equivocarme de esa manera”, “no soy capaz ni siquiera de”, “era demasiado bueno para ser verdad”, “esto me pasa por ser tan bueno”, “la gente cada día es más inepta”, “nadie entiende nada aquí”, “cada vez estamos peor”… la lista se vuelve infinita. Los obstáculos que puedes encontrar en tu camino y que tendrás que superar para permitir hacer nuevamente la conexión con tu verdadera naturaleza: La plenitud, la salud, el bienestar, la paz, la armonía, la prosperidad, la alegría, la felicidad, tienen que ver con todos esos juicios emitidos por ti mismo o por las personas que han tenido y/o tienen influencia en ti. Es tu “ego” quien desata dentro de ti esa larga lista de crítica destructiva que se convierte en tu peor enemigo, es decir, eres tu mismo quien construye o destruye primero dentro y como consecuencia afuera un sueño o más drama a través de los juicios. Eres tú quien permite que los juicios de otros te afecten. Por ello la buena noticia es que no tienes que esperar a nada ni a nadie para empezar HOY a transformar tu vida de manera consciente hacia el AMOR. Frenando de manera consciente cuando esa voz aparece, poniendo límites a quienes emiten un juicio sobre ti. ¿Entonces ante todo lo anterior, cuál es el antídoto más poderoso? Es en el AMOR INCONDICIONAL donde están todas las respuestas, las soluciones, la mejor medicina y antídoto contra las dudas, la incertidumbre, el miedo, la ira, la frustración y cualquier otra emoción que te aleja de tu verdadera esencia. Es a través del perdón y la reconciliación con tu historia y todos sus personajes incluyendo los roles que has desempeñado hasta ahora, donde abres un espacio al AMOR que vive en ti. Practicando el perdón, o mejor dicho el autoperdón significa soltar todos aquellos lazos que aún te tienen bloqueado en una o varias áreas de tu vida. Perdonar a otros significa también perdonarte por permitir que lo que sucedió te afectara de una u otra forma. Es a través del autoreconocimiento del valor de tu vida como ser único e irrepetible donde se alimenta este sentimiento. AMOR INCONDICIONAL significa aprender a amarte SIN CONDICIONES, sin importar como seas físicamente, cuánto sepas intelectualmente, cuánto produzcas anualmente, cuál sea tu estado civil, tu código postal, tu religión, tu popularidad, tu nivel de jerarquía en tu trabajo, tu número de divorcios, de casas, de autos, tus títulos profesionales, tu nivel de estudios, tus apellidos, lo amplio de tu vocabulario, el número de viajes que hayas hecho, no importa NADA, absolutamente NADA. Tu AMOR INCONDICIONAL significa aceptarte y apreciarte tal y como eres HOY, EN ESTE MOMENTO, sea cuál sea tu circunstancia de vida, te amas y respetas cada célula de tu cuerpo de manera tal que te sientes en verdaera sintonía con la vida, los animales, la naturaleza, el resto de los seres humanos, con el Universo entero. No te cambias por nada ni por nadie, te sientes en perfecta armonía con tu cuerpo, tus pensamientos y tu ser espiritual. Es ahí en ese AMOR INCONDICIONAL donde todo florece, donde todo se da, donde irradia una energía que fluye desde dentro de ti e impacta todo lo que lo rodea. En este amor no cabe nadamás, porque odio y amor no pueden co-existir, porque miedo y amor no caben en el mismo espacio, porque el drama desaparece, el control se desvanece, las expectativas de que las cosas tienen que llegar como yo digo no existen. En el amor se vive el júbilo, la vida se convierte a cada respiro en una celebración, te dejas sorprender por como se te van mostrando las vías para permitir que lo que deseas llegue a tu encuentro. Aparecen los milagros o “mis-logros” y todo cobra un nuevo y maravilloso sentido. ¿Te gustaría vivirlo? ¡Empieza HOY a practicarlo!