Mi querida María, lo que puedo decirte es gracias, gracias por coincidir, por hacer conexión, por acompañarme en este camino, por revivir esos recuerdos de infancia que estaban en un baúl, por enfrentar aquello a lo que me rehúso a enfrentar y mejor lo guardo y me pongo la armadura. Gracias por enseñarme a ver y valorar que lo que tengo y veo en mi como algo común, no todas las personas lo tienen.
Pero sobre todo gracias a Dios y a la vida por haber podido coincidir contigo, porque eres una mexicana haciendo historia en Italia, llena de éxito y de hermosa vibra que contagias. Muchas gracias por todo este tiempo y que parece increíble que hoy sea la última sesión que se veía tan lejana.
Muchas gracias por todo, te aprecio, te admiro, te respeto y te quiero, la vida nos sorprende y estoy segura que volveremos a coincidir y porque no a encontrarnos frente a frente. Dios te cuide y bendiga siempre mi coach María.
Te quiere Cindy.